sábado, 12 de enero de 2013

Reviews: Laurence Anyways (2012)






Soy lo que soy





El niño prodigio del cine independiente presenta al mundo su tercer largometraje, una transición virtuosa en la vida de un hombre que quería ser mujer. Lo nuevo de Xavier Dolan: Laurence Anyways (2012)










En la agonía de los gloriosos 80 y con la llegada de la edad media la vida de Laurence Alia (Melvil Poupaud) un mundano profesor de literatura de Montreal da un vuelco inesperado cuando le revela a su pareja, Fred (Suzanne Clément), sus deseos de abandonar el sexo masculino. Agobiado por una monotonía y un cuerpo que no le pertenece, Laurence emprende un largo camino al cambio cargando sobre su espalda los prejuicios de una sociedad intolerante, las dudas de la mujer que siente ser y la pérdida de la mujer que ama.

A estas alturas Dolan se ha consagrado como un escritor y director, no solo innovador, sino también creador de un sello propio. Anclado en un marcado interés sobre la diversidad sexual –que viene desarrollando desde sus obras predecesoras, I Killed My Mother y Les Amours Imaginaires- construye en Laurence Anyways una historia sobre el descubrimiento de una latente y silenciosa identidad atravesada por un amor desgarrador y resistente a casi todo. Magistral es el trabajo de los protagonistas: Poupaud oscila entre la timidez y la valentía mientras que Clément maneja momentos de reacciones rabiosas, sobrecargadas de energía, un verdadero desfile de sueños rotos. Ambos personajes se necesitan y se alejan mutuamente, componiendo un climax de liberación tan surreal como poético hacia el final de la historia, véase como la escena de ‘la lluvia de ropa’ en la isla negra.  




La historia tiene lugar en 1989 por lo que el trabajo de ambientación en los tiempos de Reality Bites denota una especial dedicación: Vestimenta, música y tecnología. La elección de dicha década no es casual, más bien es una provocación a las partes más conservadoras de la sociedad ante la inexistencia de derechos para la comunidad homosexual. En cuanto a la dirección el joven canadiense deja ver algunos recursos que ya forman parte de su estilo –la utilización de la voz en off, la cámara cargada en la nuca de los personajes y planos detalle como puntos claves en la narrativa – e inclusive una línea entre su obra completa como la participación de actores recurrentes, Suzanne Clément viene de I Killed My Mother mientras que Monia Chokri fue Marie en Les Amours Imaginaires.

Si bien las comparaciones son odiosas es inevitable ver en Dolan vestigios de un joven Almodóvar. Controversia e ingenio definen sus películas, tanto mentor como discípulo han sabido deshacer tabúes a través de obras que rozan el culto. Laurence Anyways manifiesta en sus líneas dramáticas un mensaje esperanzador, corre los límites de lo determinante y rompe con lo establecido: La historia comienza con un hombre y termina con una mujer. Ustedes saquen sus propias conclusiones.      

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